A mí alguien me debe un día de vida. Me subí a un avión el día 28 de diciembre, me pusieron algo de cenar, vi un par de pelis y de repente me despierto y aterrizo un día 30 de diciembre en la otra punta del mundo. A ver cómo les explico ahora a mis padres que cuando yo estaba a punto de coger ese avión estaba merendando y ellos preparando la cena de esa misma noche pero cuando aterricé y fui a desayunar ellos estaban terminando de recoger la mesa de la cena ¡del día anterior! Los días pasan tan rápido haciendo una vuelta al mundo que a veces pierdes la noción del tiempo, pero el día que se lleva la palma es este día 29 que pasó tan rápido que ni siquiera existió.

La anécdota del día fue en el aeropuerto de Santiago, nuestro vuelo tenía overbooking y buscaban voluntarios para quedarse en tierra a cambio de una irrechazable cantidad de dinero además de alojamiento con pensión completa. Habían vendido más billetes de los asientos que tenía el avion y, si todo el mundo acudía al aeropuerto, alguien tendría que quedarse en tierra y volar al día siguiente. Por lástima para nosotros al final falló mucha gente y tuvimos que subirnos al avión resignados. Es, con diferencia, la vez que más a regañadientes me he metido a un avión en un vuelo de ida (en los de vuelta siempre me cuesta horrores subirme).
Una vez que aterrizas, te das cuenta de que aquí casi todo va al revés: conducen por la izquierda, todo dentro del coche está en el lado contrario (la cantidad de veces que activé los limpiaparabrisas queriendo poner los intermitentes…), en las escaleras del metro hay que ponerse en el lado contrario y tantas otras cosas más. Hasta la mentira de la luna aquí se convierte en verdad, y es que en estas latitudes si la silueta que forma en el cielo es una letra C está en estado creciente, y si forma la letra D en decreciente.
El efecto coriolis también es una de esas cosas que siempre tienes curiosidad de comprobar cuando viajas al hemisferio sur, y sí, confirmado empíricamente que el agua se cuela en sentido antihorario aquí.
Algo que también llama poderosamente la atención es la cantidad de aseos públicos que hay repartidos por todo el país. Da igual lo recóndito que esté el lugar donde vayas, allí habrá un baño limpio como los chorros del oro y con papel, jabón y agua corriente. Puedes incluso elegir a cuál te apetece ir más, por opciones no será.

Aquí todo es tan verde que a veces la vegetación se apodera de los edificios dejando fachadas tan bonitas como esta.
En definitiva, las primeras impresiones de este país son las de un lugar donde todo funciona a la perfección, todas las cosas están muy muy bien cuidadas y la calidad de vida de sus habitantes se nota que está entre la élite mundial.
El día que descubran que mezclando agua fría y caliente por el mismo conducto les sale agua tibia, ese día… dominarán el mundo.
Hola JeFe!
Brutal tu blog y brutal la envidia que me estás dando…
..pero te has crecido con lo del efecto Coriolis!
http://naukas.com/2016/05/23/coriolis-los-simpson-agua-los-retretes/
😛
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